300 g de arroz para sushi u Originario

450 g de agua

40 g de Vinagre Balsámico de Módena IGP

2 cucharadas rasas de azúcar

1 cucharadita de sal

1 aguacate maduro

1 zanahoria mediana

rábanos

semillas de amapola

zumo de limón

Vinagre Balsámico de Módena IGP envejecido

Lavar bien el arroz para sushi u Originario con agua fría corriente, repitiendo la operación varias veces hasta que el agua resulte completamente limpia.

Pasar el arroz lavado a una cacerola dotada de tapa y añadir el agua necesaria para la cocción. Cocer a fuego muy suave, sin remover y sin quitar la tapa, durante 18/20 minutos; el arroz resultará bien cocido y toda el agua, absorbida.

Durante la cocción del arroz, en un cazo calentar el Vinagre Balsámico de Módena IGP con 4 cucharadas de agua y diluir la sal y el azúcar, teniendo cuidado de que no llegue a hervir.

Una vez terminada la cocción, pasar el arroz a un recipiente grande, rociar uniformemente con el Vinagre Balsámico de Módena IGP y mezclar con delicadeza, con una espátula, de abajo hacia arriba para no partir los granos de arroz.

Tapar el recipiente con un paño húmedo hasta que se enfríe completamente.

Quitar la piel del aguacate y cortarlo en rodajas finas, rociando con zumo de limón para evitar que se oxide, y cortar en rodajas verticales las zanahorias con un pelapatatas o una mandolina obteniendo tiras; rebanar los rábanos en arandelas.

Untar ligeramente de aceite 6 moldes para donuts y distribuir en ellos el arroz, apretando bien con los dedos para que el arroz se compacte.

A falta de los moldes, utilizar pequeños cuencos obteniendo medias esferas de arroz a las que quitar la parte central para reproducir la clásica forma de rosquilla de los donuts.

Sacar el arroz de los moldes colocándolo sobre una tabla de cortar y proceder poniendo, de forma ordenada, las rodajas de aguacate, las tiras de zanahoria, alguna arandela de rábano y las semillas de amapola.

Con una paleta, trasladar los donuts de sushi al plato de servir y acompañarlos con Vinagre Balsámico de Módena IGP envejecido y los clásicos palillos.

Una cocina ligera no significa comer solo tres miserables hojas de lechuga, un yogur y una manzana. Hay mil alternativas gustosas, capaces de hacernos mantener el peso ideal sin poner en entredicho humor y energías.

La mejor clave de las recetas sigue siendo la misma: pocos ingredientes, siempre facilísimos de localizar y democráticos en los precios, que satisfagan la vista y el estómago y sean nutricionalmente correctos.

El alimento príncipe por antonomasia es el arroz, un cereal altamente digestible que regula la flora intestinal. Tiene un buen porcentaje de potasio y poco sodio, por lo tanto resulta indicado también para quien sufre de hipertensión. Al ser naturalmente exento de gluten, puede ser consumido también por quien tiene que ajustar cuentas con la enfermedad celíaca. Sus calorías (una vez cocido) equivalen a 130 kcal por 100 gramos de producto y es rico en muchos nutrientes. Ayuda a eliminar la hinchazón y tiene un índice glucémico más bajo respecto al de la pasta.

Precisamente el arroz el es el elemento caracterizador de un plato de la cocina light por antonomasia, que ha entrado en nuestra dieta habitual en los últimos años: el sushi japonés.

De estos bocaditos de arroz acompañados con pescado crudo o cocido, algas y vegetales, parte integrante de la tradicional cocina nipónica, han surgido numerosas derivaciones fusion: la hamburguesa de sushi, la tarta de sushi, y también el donut de sushi. Esta nueva creación alimenticia es una manera diferente de presentar el clásico sushi.

Una versión italiana del donut vegetariano de sushi con Vinagre Balsámico de Módena IGP es una excelente alternativa ligera y satisfactoria a introducir en nuestra dieta habitual. No solo son bonitos estéticamente, sino también muy sencillos de preparar y buenos de saborear.