Platos principales, Recetas light

Sopa de castañas al aroma de mandarina y Vinagre Balsámico de Módena IGP

Ingredientes

2 chalotes picados finamente

400 g de castañas peladas ultracongeladas, descongeladas

1 l de caldo vegetal

sal

pimienta

la cáscara de una mandarina no tratada

romero

aceite de oliva virgen extra italiano

Vinagre Balsámico de Módena IGP envejecido

Preparacion

Autor: Monica Bergomi

Hacer calentar 2 cucharadas de aceite en una cacerola, unir los chalotes, unas ramitas de romero y rehogar suavemente sin que tomen color. Añadir las castañas, dejar que adquieran calor, mojar con una cucharada de Vinagre Balsámico de Módena IGP y dejar evaporar.  Agregar el caldo, previamente calentado, y bajar la temperatura. Tapar la cacerola y cocer durante unos 20 minutos.

Con la ayuda de una batidora eléctrica de mano, reducirlo todo a una crema. Picar finamente unas ramitas de romero y la corteza de mandarina y unir a la sopa.

Salpimentar y distribuir la sopa en los platos individuales.

Terminar la preparación con unas gotas de Vinagre Balsámico de Módena IGP envejecido.

Las castañas no contienen gluten y, por lo tanto, pueden ser consumidas por todas las personas afectadas por la enfermedad celíaca.

Son muy digestibles y están recomendadas en casos de anemia y inapetencia. Gracias a la abundante presencia de fibras, son muy útiles para la funcionalidad del intestino.

Al ser ricas en minerales, las castañas son particularmente indicadas para quien sufre de fatiga crónica, para quien debe recuperar las fuerzas después de la gripe y para niños y ancianos. Gracias a la presencia de vitamina B y de fósforo, las castañas contribuyen al mantenimiento del equilibrio nervioso y, gracias a la presencia de azúcares, pueden constituir un alimento alternativo para los niños alérgicos a la leche.

Son un fruto rico en vitamina C, de conocidas propiedades antioxidantes muy útiles para la salud del organismo. La vitamina C es muy útil también para la formación de colágeno, que ayuda a la piel a ser más elástica, con menos arrugas y, por tanto, con un aspecto más juvenil.

Es cierto que tienen un contenido calórico superior al de otros frutos y hortalizas, alrededor de 120 Kcal por cada 100 g, pero teniendo cuidado por ejemplo de no asociarlas a otros hidratos de carbono, como los de pan y pasta, no crean daños a nuestra “forma física”, es más: acompañadas por una buena ración de proteínas, son un alimento completo, válido sustituto de los cereales. Llevar a la mesa las castañas transformadas en un cálido confort food invernal enriquecido con el Vinagre Balsámico de Módena IGP hará redescubrir este fruto a menudo criticado con menos de 200 Kcal por ración. ¡Que aproveche!